El 25 de mayo próximo el oficialismo se apresta a la celebración, con epicentro en Plaza de Mayo, de la “Década Ganada”. Se cumplen 10 años de la asunción de Néstor Kirchner como presidente, y del comienzo del nuevo modelo de país, como gustan llamarlo en el kirchnerismo.
Sólo ensayo una opinión, que no pretende convocar repudios ni adhesiones. Tengo amigos que, como uno, entienden a la política como una excepcional herramienta de transformación social, de los cuales muchos acompañan fervorosamente este Proyecto. Otros, también fervorosos, son ácidamente críticos del mismo. Creo que ambos tienen una parte de razón.
La Década Ganada
Difícil desconocer que en estos últimos diez años, luego de la peor crisis (2001-2002) por la que haya atravesado el país, el kirchnerismo tuvo estos logros:
- Recuperó a la política, poniéndola en el centro de la escena. La política maneja a la economía y no al revés. Las decisiones económicas (acertadas o no) se toman en Casa de Gobierno y no en el “International Monetary Fund”. Miles de jóvenes de distintos espacios políticos han vuelto a militar, como en los años de la recuperación de la democracia.
- Removió a los empujones a la Corte Suprema de Justicia menemista y nombró para la Corte juristas reconocidos y prestigiosos, que han fallado a favor y en contra del gobierno, según su entender independiente.
- Privilegió el consumo interno y en la última etapa (algo tarde, es cierto) promovió la sustitución de importaciones, modificando el paradigma productivo.
- Amplió derechos.
- Impulsó el juicio a los represores del terrorismo de Estado.
- Creó la Asignación Universal por Hijo (aunque el proyecto original fuera presentado por Elisa Carrió, 10 años antes) asistiendo a los más desfavorecidos.
- Desendeudó al país (confieso que de la propuesta de Kirchner y Lavagna a los acreedores, tan audaz como exitosa, pensé que los acreedores nos iban a sacar a los tomatazos…)
- Consolidó el proyecto de integración con los países latinoamericanos, iniciado por Alfonsín con el Mercosur.
- Extendió la cobertura previsional y -por ley- los jubilados tienen dos aumentos anuales.
- Los números macroeconómicos han mantenido la economía alejada de las crisis globales (aun con “viento de cola” por los precios de la soja, hubo en la primer etapa méritos fiscales).
- Disminuyó el desempleo y, por lo tanto, la pobreza y la indigencia (no en los niveles que pregona el gobierno, falaces en tanto se basan en los números de la canasta básica del Indec)
- Se creó el Ministerio de Ciencia y Tecnología, a cargo del prestigioso Lino Barañao, con un presupuesto sin precedente para el área.
- Se recuperó el manejo de la línea áerea de bandera y de YPF (con tooodas las críticas que se le pueden hacer a los procedimientos y a buena parte de la gestión, y aunque muchos de los más convencidos K, fueron actores relevantes en la privatización de ambas)
A manera de ejemplo, creo que alcanza. Los oficialistas sabrán ampliar la lista. Como contrapartida, esbozo porqué otros tienen derecho a pensar en el reverso de la moneda:
La Década Perdida
Un querido amigo que milita en el kirchnerismo me explicó su adhesión, mas o menos así: “este es el gobierno que más cumplió con las banderas históricas de la Doctrina Nacional justicialista: Independencia económica-Soberanía política y Justicia social¨.
Le doy la razón; del primer Perón a esta parte, no hay dudas. Muy en particular con las dos primeras, en menor medida con la última, claramente.
Aún teniendo él buena parte de razón, se puede sostener también que es una década perdida, considerando la potencialidad de las bases (que el mismo gobierno sentó) y -a veces de manera inexplicable, si se lo mira desde el progresismo-, se desperdiciaron:
- Pulverizó al Indec, por lo tanto a las estadísticas oficiales (como si fuera poco, persiguió además a los trabajadores que se opusieron al desguace de la confiabilidad del Instituto).
- Pese a 10 años de bonanza económica y a los aumentos a jubilados y trabajadores, el poder adquisitivo se ve carcomido por una inflación que, de un dígito en los primeros tiempos, desde hace años no baja del 25% anual.
- Mantuvo la estructura fiscal regresiva (cuando Amalita Fortabat vendió Loma Negra en 1000 millones de dólares, no pagó impuesto a las ganancias por estar exenta la venta de empresas), mantiene el iva en 21% (cuando hay proyectos legislativos para bajarlo en los productos de la canasta básica de alimentos), etcs...
- No se promovió una nueva Ley de Coparticipación, haciendo el gobierno uso y abuso de la discrecionalidad de la billetera hacia gobiernos provinciales y municipales, “amigos” o “enemigos”.
- No se redujo la concentración económica, ni se cambió sustancialmente la distribución de la riqueza (si se leen números razonables, y no los proporcionados por el Indec)
- Pese a criticar el modelo sojero, se permitió el desmonte indiscriminado para ampliar la frontera agropecuaria, se protege a gobiernos provinciales amigos en sus políticas destructoras del ambiente, y Cristina Fernández de Kirchner, influenciada por las grandes mineras como la Barrick Gold , vetó la Ley de Glaciares.
- Estableció con los sobreprecios en la obra pública manejada por De Vido, su caja para las campañas, como Menem lo había hecho con la cartera de Salud.
- Se premia a los aplaudidores profesionales así como se fustiga públicamente a cualquiera que disienta con la versión oficial. Una mínima autocrítica que permita corregir algunas cosas del “debe”, no es una fortaleza de este modelo.
- Sancionó las leyes de “democratización de la Justicia” que incluye, entre otras medidas que comparto, la elección de miembros del Consejo de la Magistratura “pegada” a las boletas de los partidos políticos. Desde mi punto de vista, inadmisible.
Una condición básica que me autoimpongo y pretendo de los demás es que seamos intelectualmente honestos, esto es, que esbocemos nuestros argumentos sin importar si “me conviene” en mi posición relativa al gobierno. Que tengamos razón o no, es harina de otro costal..
Desde la oposición -parafraseando al cómico devenido político, Nito Artaza- debemos tener como piso, los logros que haya tenido este gobierno. Si no lo entendemos así, vamos mal.
Desconfío de quienes nunca critican al gobierno, así como de quienes no encuentran nada bueno en él. Me niego a acostumbrarme a un país binario.
Arq. Horacio Bertoglio
Concejal del Partido Demócrata Progresista.
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